Las enfermedades autoinmunes pueden presentarse de diferentes maneras y afectar múltiples zonas del cuerpo como el estómago y algunas otras áreas cercanas a este. La enfermedad celíaca es uno de los problemas más frecuentes, en la que el intestino delgado suele presentar ciertas complicaciones y el paciente no puede ingerir algunos alimentos.
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¿Qué es y cómo se detecta?
Entre todas las afecciones gastrointestinales, una de las más frecuentes es la enfermedad celíaca, una anomalía en la que el intestino delgado comienza a presentar una serie de problemas e inflamaciones, y en los que quien la padece tiene prácticamente prohibido el consumo de distintos alimentos que contengan gluten.
Para detectarla, se deben realizar algunos exámenes médicos y de rutina, e igualmente, el chequeo de los dientes también puede servir para saber con mayor facilidad si el paciente realmente tiene tal enfermedad o si se trata de otro tipo de afección.
Mientras tanto, hay médicos que optan por hacer biopsias tanto de piel como intestinales, y de esta manera, examinando las muestras, podrán determinar rápidamente cómo controlarla.
Causas de la enfermedad celíaca
Muchos especialistas han llegado a la conclusión de que la enfermedad celíaca está vinculada a múltiples factores genéticos, un componente con el que se produce la intolerancia al gluten y posteriormente, comienzan a aparecer todos esos síntomas que afectan notablemente a los pacientes.
También hay ciertos factores de riesgo que pueden causar esta afección, como el tabaquismo, el embarazo, la obesidad y una muy mala alimentación, que tienden a generar una gran cantidad de problemas en el área gastrointestinal. De igual forma, hay quienes atribuyen estas anomalías a un ritmo de vida en el que predomina el estrés o a algún tipo de infección.
Síntomas de la enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca puede manifestarse de muchas maneras. No obstante, hay síntomas que suelen ser mucho más frecuentes que otros, tales como la fatiga, estreñimiento, náuseas, vómitos, gases, inflamación en el área abdominal e incluso, la presencia de grasa en las heces.
Hay personas que no manifiestan ningún tipo de síntomas similares a estos, y para ellos, puede resultar un tanto complicado el hecho de saber si realmente padecen de esta enfermedad, puesto que no suele aparecer de forma crónica como en el caso de muchos otros pacientes.
Así mismo, la enfermedad celíaca puede afectar mucho más a los niños, ya que la imposibilidad de ingerir alimentos con gluten, el cual está presente en el trigo y otros ingredientes con los que se preparan múltiples comidas diariamente, hace que todo resulte ser mucho más complicado para ellos, pues les afecta negativamente con respecto a su crecimiento.
Igualmente, esta es una anomalía que puede generar depresión y ansiedad en muchas personas, y en reiteradas ocasiones, tiende a producir dolores en todo el cuerpo. Esta enfermedad puede causar convulsiones, anemia, e incluso, la esterilización en algunos pacientes.
Tratamientos y cuándo ir al médico
Quienes padecen de la enfermedad celíaca deben tener una dieta especial en la que no se deberá incluir gluten. Por ende, está prohibida la ingesta de alimentos como el trigo, las harinas, la cebada, la malta, entre otros, ya que estos pueden generar muchos inconvenientes a largo plazo, y agravar un poco más toda esta situación.
Estos ingredientes hacen que el intestino comience a inflamarse cada vez más, y es por eso que se recomienda acudir a otros alimentos que sean los más aptos para el estómago. Por otra parte, los médicos también pueden suministrar ciertos tipos de esteroides con los que se puedan controlar satisfactoriamente ciertos síntomas, y que así no se prolonguen los dolores por mucho más tiempo.
Las personas que padezcan la enfermedad celíaca deben acudir al médico si sienten que las dietas y los medicamentos que han estado ingiriendo con el fin de hacer cicatrizar el intestino delgado no han tenido ningún tipo de efecto positivo. De esta manera, se debe evaluar tal situación con un especialista que le ayudará a encontrar otra dieta más apropiada, y le indicará si se ha de consumir algún tipo de vitaminas o minerales.
Otros, por su parte, exponen que la alimentación deberá complementarse con el uso de suplementos que incluyan todos los nutrientes necesarios que se dejan de consumir al evitar ciertos alimentos como el trigo o el centeno.
Cuidados necesarios
Entretanto, hay muchas personas que aconsejan el no ingerir productos procesados que también pueden contener gluten en pequeñas porciones, pero que, igualmente, resultan muy nocivos para la salud y para el intestino delgado. Por ende, se sugiere no consumir cerveza (que incluye cebada), algunas sopas de sobre, salsa de soya, aderezos, carnes hechas con otros ingredientes y distintos tipos de dulces.
Evita las grasas saturadas
Las grasas saturadas también pueden producir problemas a quienes padecen la enfermedad celíaca, y por lo tanto, es importante que en la dieta que indique el nutricionista, se haga uso de frutas, verduras, hortalizas y muchos otros alimentos que sean los más adecuados para el estómago y que no generen gases, de manera que sea mucho más sencillo hacer que las heridas del intestino puedan sanar de forma sencilla.
Alimentos permitidos y alternativas
El maíz, la quinua y el arroz son alimentos que se permiten incluir en la dieta, al igual que el vino, las carnes frescas, e incluso, los productos lácteos. En la actualidad, se han creado múltiples variedades de panes y artículos comestibles que no contienen gluten, y que pueden ser consumidos sin ningún tipo de problemas, ya que no causarán daños a la zona gastrointestinal.
Acudir al médico
De esta manera, es importante no exponerse al gluten y acudir a un especialista si se presenta algún tipo de complicación adicional, e igualmente, se debe evitar por completo la automedicación, que solo puede representar un gran problema y traer efectos secundarios más adelante.
Finalmente, la enfermedad celíaca puede tratarse fácilmente si se detecta a tiempo, y es posible controlarla si se lleva un ritmo de vida mucho más saludable, con dietas, ejercicios para estar en forma y la realización de chequeos, al menos, cada seis meses para saber el estado en el que está el intestino delgado y toda el área abdominal.