En la actualidad, mantener un estilo de vida saludable (HLS) se ha convertido en una moda que repercutirá de manera positiva en nuestra salud a largo plazo. Cada vez más personas eligen por sí mismos deportes activos y una nutrición adecuada, que son las claves para mantener una buena salud, el bienestar, el buen humor y para estar contentos con nuestro físico.
Muchos adultos que ya llevan un tiempo teniendo un estilo de vida saludable, quieren inculcárselo al resto de familiares y también a sus hijos, y es que entre antes empiecen los niños a tener una vida lo más saludable posible (sin obsesiones), antes lo verán como un estilo de vida normal y se acostumbraran a ello mucho antes que los adultos. Un estilo de vida saludable para los niños es un factor fundamental en el desarrollo físico y mental de un niño.
Índice del Artículo
- 1 Los principales componentes de un estilo de vida saludable son:
- 2 ¿Cómo organizar un estilo de vida activo para un niño?
- 3 Rutina diaria
- 4 Actividades al aire libre
- 5 Actividad física
- 6 Alimentación saludable:
- 7 Estado mental y emocional.
- 8 Consejos sobre cómo enseñarle a su hijo a llevar un estilo de vida saludable:
Los principales componentes de un estilo de vida saludable son:
- Rutina diaria.
- Actividades al aire libre.
- Actividad física.
- Alimentación saludable.
- Estado mental y emocional.
¿Cómo organizar un estilo de vida activo para un niño?
Para un niño, el mayor ejemplo y la motivación más importante que tiene en su vida son los padres, por lo que si de verdad queremos que nuestro hijo tenga un estilo de vida lo más saludable posible, debemos empezar por nosotros, dando ejemplo de ello.
Los niños son como esponjas y se adaptan muy rápido a los cambios, más aún si estos cambios y consejos se los da su mamá y su papá. Hacer deporte todos juntos, que toda la familia coma de manera saludable y estar interesados en los mismos pasatiempos hará que poco a poco tu hijo se acostumbre a este estilo de vida desde una edad temprana.
Por poner algunos ejemplos: en verano, realice caminatas familiares regulares en bicicleta, scooter, patines, jueguen a la pelota, vayan juntos a la piscina, salgan a correr por la mañana, salgan a caminar y, en invierno, vayan en trineo, patinar sobre hielo, esquiar y un largo etc. Si tienes un hobbie o sueles practicar un deporte de manera regular, incluye a tus hijos en él. Este no solo es un buen método para criar y desarrollar a un niño, sino también una excelente manera de mantener unida a las familia.
Según el Ministerio de Salud, los niños y adolescentes deben dedicar al menos 60 minutos al día a la actividad física. Por supuesto, esto no significa que el niño tenga que hacer deportes exigentes todos los días, es suficiente con ir con el niño a caminar, andar un rato en bicicleta por el parque o jugar a cualquier juego al aire libre.
Rutina diaria
El régimen diurno del niño depende de su edad y cualidades individuales. El potencial educativo también es importante.
Una rutina diaria bien organizada debe satisfacer las necesidades fisiológicas claves del cuerpo (descanso, sueño, nutrición). El cumplimiento de estas condiciones conducirá a que el niño reciba todos los conocimientos y habilidades necesarios en el campo de la cultura de la salud.
¿Cuántas horas al día debe dormir un niño?
El sueño adecuado es una parte tan importante o incluso más de un estilo de vida saludable como lo son la nutrición y el ejercicio. Un niño que descansa lo suficiente tiende a ser más feliz y a tener una salud más fuerte que los niños no duermen lo suficiente.
Según datos y estudios de la Organización Mundial de la Salud, los niños en edad preescolar deben dormir entre 9 y 10 horas al día y los niños en edad escolar y los adolescentes deben dormir, al menos, de 8 a 9 horas por día.
Actividades al aire libre
El aire fresco y los paseos diarios tienen un efecto muy beneficioso sobre el cuerpo y mente, por eso, la OMS recomienda caminar todos los días al menos media hora, y en la medida de lo posible, si podemos hacerlo en lugares donde haya mucha vegetación, árboles y flores, mucho mejor que hacerlo por calles ruidosas y contaminadas con los gases de los automóviles.
Hacer de manera periódica acampadas en plena naturaleza con nuestros hijos también es muy beneficioso para la salud del niño.
Actividad física
Un estilo de vida activo conduce al fortalecimiento y desarrollo saludable del niño. La educación física hace que un niño sea más resistente y saludable. El ejercicio fortalece los huesos, los músculos y las articulaciones. También es útil para controlar el peso y quemar calorías adicionales. Después de todo, el estilo de vida moderno y la dieta poco saludable no tienen un efecto muy beneficioso en el cuerpo de los niños.
Alimentación saludable:
La forma más sencilla e intuitiva es el método denominado «plato saludable». Alrededor del 50% de la dieta del niño debe consistir en verduras sin almidón como los tomates, el pepino, las zanahorias, el repollo, el brócoli, las espinacas, las legumbres en general, etc. Un 25% de la dieta del niño debe contener alimentos con almidón como pueden ser el pan integral, las patatas, el maíz, los guisantes, los cereales, el arroz, etc. El otro 25% de la dieta debe incluir carnes magras como el pollo, el pavo, el pescado o la carne magra de res.
Muchos niños tienen sobrepeso debido a una mala alimentación, de la que es tan difícil deshacerse como lo es para los adultos. Los padres con niños que tienden a tener sobrepeso deben tener especial cuidado de controlar la correcta nutrición de sus hijos, de lo contrario, una actitud irresponsable en este aspecto durante la infancia conducirá a grandes problemas de salud para el niño en el futuro.
La dieta del niño debe contener solo productos naturales, sin aditivos químicos. Se recomienda comer regularmente carnes magras, frutas y verduras frescas, platos de pescado y productos lácteos. Una comida equilibrada y saludable tiene un efecto positivo en la salud de los niños, permitiéndoles crecer y desarrollarse con normalidad.
Para los bebés recién nacidos, la mejor comida es la leche materna. Contiene todas las vitaminas y minerales útiles necesarios para el cuerpo del pequeño. La dieta de la madre que esté amamantando a su hijo también debe incluir productos naturales sin conservantes ni sustancias nocivas. No se recomienda dar alimentos complementarios adicionales hasta que el niño cumpla, al menos, los 6 meses de edad.
Cuando llegue el momento, el propio bebé comenzará a mostrar interés por nuevos platos. Los primeros alimentos complementarios suelen ser cereales especiales, purés de verduras y frutas, caldos de pollo bajos en grasa. Los alimentos al vapor tienen propiedades más saludables que los alimentos enlatados. A través de ellos, el bebé recibirá la máxima cantidad de vitaminas y minerales.
Estado mental y emocional.
El estado emocional de los niños está determinado en gran medida por la atmósfera psicológica de la familia. En el futuro, afectará su salud. Las principales causas de muchas enfermedades infantiles son las emociones negativas, las experiencias y el estrés, el exceso de trabajo y los problemas familiares.
Si un niño se siente emocionalmente cómodo en casa, será feliz, tranquilo y seguro. Los pensamientos positivos mejoran las hormonas y fortalecen el sistema inmunológico. El niño necesita amor, comprensión y cuidado. Es muy importante apoyar siempre a sus hijos para fortalecer su espíritu moral y físico. Las palabras amables, la calidez y la aprobación son factores fundamentales en un estilo de vida saludable para un niño.
Consejos sobre cómo enseñarle a su hijo a llevar un estilo de vida saludable:
Haz que tu hijo participe contigo cuando haces la compra, o que te ayude en la cocina cuando estés preparando la comida. Ir al supermercado es una gran oportunidad para presentar a los niños los diferentes alimentos que consume. Pídele a tu hijo que explore los mostradores de la tienda y luego te ayude a encontrar y seleccionar los productos que necesitas de tu lista. En algunos supermercados, constantemente se realizan degustaciones, esta es una forma de darle al niño el gusto de un nuevo producto y expandir sus adicciones gastronómicas.
Cuando por ejemplo estés preparando una cena familiar, llama a tu hijo para pedirle ayuda. En la vida adulta de un niño, las habilidades culinarias obtenidas en la infancia le serán muy útiles. Cuando una persona sabe cocinar, consume menos comidas preparadas y comida rápida. Además, mientras preparan la cena juntos, el niño se verá tentado a probar nuevos platos en el proceso de elaboración en el que participa.