Para evadir que nuestra nutrición perjudique la salud de nuestra piel debemos primar el consumo de productos orgánicos, que, aunque son algo más caros, resultan muchísimo más saludables para el organismo
¿Has leído u escuchado en algún momento la cita “eres lo que comes”? Esto no solo tiene relación a la salud, sino además a la estética.
Cuando consumimos algunos comestibles sus perjuicios se tienen la posibilidad de ver reflejados en la piel. Conoce más en este texto.
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¿Qué comestibles evadir para tener una piel bonita?
La comida es el leal reflejo de cómo estamos, cómo lucimos y hasta de cuál es nuestro estado de arrojo.
Si tras diferentes tratamientos, cremas y lociones tu piel sigue estando “apagada”, con los poros dilatados y con acné a lo mejor se deba a tu dieta.
Estos son los comestibles que deberías achicar o evitar:
1. Comida procesada y envasada
Cuando vamos al mercado estamos con centenares de configuraciones de comestibles ya preparados los cuales solo requieren unos minutos en el microondas para lograr consumirlos.
Estas comidas no tienen nutrientes fundamentales y, además, aportan una cantidad enorme de azúcares, sal y grasas saturadas.
A lo largo del desarrollo se le quitan las enzimas vivas y los nutrientes se descomponen. Además, estos comestibles no acostumbran tener nada de agua en su estructura.
Todas estas deficiencias después se ven en la piel. La deshidratación dérmica es uno de los más importantes causantes de arrugas, líneas de expresión y rostro opaco.
- Por lo tanto, trata de no comer procesados y envasados día tras días.
- Reemplaza por frutas, verduras y legumbres que aportan agua al organismo y te aceptan mostrar un rostro muchísimo más joven y sano.
2. Camarones y langostas
Los frutos del mar que consumimos en paellas y arroces tienen la posibilidad de ser pésimos para tu piel.
Esto se origina porque tienen dentro una aceptable dosis de yodo. Si este mineral está en exceso en el organismo puede conducir, entre otras cosas, a brotes de acné.
- Reduce el consumo de camarones y langostas a una o dos ocasiones al mes si te agradan bastante. De igual modo, ten siempre presente que sean frescos no congelados.
3. Comida llena de químicos
Todo aquello que no sea “orgánico” (una palabra que se ve estar popular pero que, de todos modos, debería ser una obligación de todos los alimentos) fue tratado a lo largo de su avance con:
- Pesticidas
- Fungicidas
- Ceras
- Hormonas
- Otros químicos
Nuestro cuerpo no reconoce tales sustancias y por esto tienen la posibilidad de desencadenarse distintas patologías en el corto y extenso período.
La respuesta del cuerpo cuando no identifica algún ingrediente o microorganismo puede conducir a la hinchazón. Por eso a lo mejor tu piel no se vea tan bonita como quisieras.
- Trata por lo menos de consumir comestibles orgánicos (sobre todo frutas y verduras) algunas ocasiones por semana para gozar de sus características, sabores y nutrientes.
4. Harina refinada
Las pastas, la pizza, el pan y las bollerías tienen dentro bastante almidón. Este ingrediente con prominente nivel glucémico crea acné más allá de la edad que tengamos.
Si tu rostro muestra demasiadas espinillas o puntos negros a lo mejor se deba a que ingieres demasiadas harinas refinadas que, además, no tienen calorías ni nutrientes que logren favorecernos.
Y, como si esto no fuese bastante, causan estreñimiento, inflamación abdominal y incremento de peso.
- Para sustituir las harinas blancas te sugerimos que adoptes una nutrición integral. ósea que consumas cereales y granos enteros. No por esto tienes que excederte en las ingestas.
- Existen una cantidad enorme de recetas que no llevan este ingrediente y que de todas formas son saciantes. ¡No dudes en probarlas!
5. Embutidos y carnes
La carne vacuna que consumimos todos los días está avalada por una industria a la cual solo le importa el rédito y no la calidad de sus productos.
Los animales “de granja” son engordados por medio de un cóctel de hormonas esteroides, se alimentan a partir de comida procesada (granos de maíz, por ejemplo) y son hacinados en sitios muy chicos sin ningún tipo de ejercicio ni contacto con el sol.
Cuando se come carne, por lo tanto, además nos encontramos ingiriendo todos estos productos y secuelas del despiadado manejo de la industria alimentaria.
Los compuestos que son “pasados” a nuestro organismo tienen la posibilidad de crear desequilibrios hormonales y con ellos hinchazón en la piel y aparición o intensificación del acné etc. inconvenientes.
Además, la carne y los embutidos son difíciles de digerir, porque no aportan agua ni fibra.
Al demorar bastante tiempo en desintegrarse tienen la posibilidad de ayudar a la acumulación de toxinas que, desde luego, además se ven a nivel dérmico.
¿Debemos dejar de consumir carne entonces? La respuesta es muy sencilla: achicar la proporción de ingestas por semana y, en lo viable, seleccionar productos de huertas familiares y orgánicas.
6. Lácteos
Pasa algo semejante a eso que sucede con la carne. Las vacas lecheras son alimentadas a partir de hormonas para que logren producir en todo el año sin obligación de tener cría.
Cuando consumimos algún derivado lácteo nos encontramos ingresando estas sustancias a nuestro cuerpo provocando hinchazón, exceso de hormonas estrógeno y acné.
7. Fritos y grasas
Cuando ingerimos algo que fue cocido o listo con aceite ardiente este se transforma en grasa saturada, la cual se acumula en las paredes de las arterias y puede ocasionar inconvenientes cardíacos y colesterol.
Para tener una piel sana requerimos que el sistema circulatorio además lo esté. Así la piel puede recibir el oxígeno correcto.
Las frituras, además, incrementan la oleosidad del rostro, disminuyen la síntesis de colágeno y elastina (que aportan flexibilidad) e incrementan la aparición de acné y puntos negros.