El Turismo de Salud es ya considerado un nuevo sector dentro del turismo, el cual crece cada año a un ritmo imparable y a nivel mundial, estimándose mediante diversos estudios que mueve alrededor de 60.000 millones de euros anualmente.
Para aclarar los términos que se relacionan con el turismo de la salud tenemos que entender a qué se refiere exactamente. Según la Organización Mundial de la Salud: “La Salud es el estado completo de bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades.”
Si atendemos a esta definición, el turismo relacionado con la salud puede ir encaminado a potenciar nuestro bienestar, a prevenir determinadas patologías o complicaciones, a recibir revisiones o técnicas de diagnóstico o tratamientos curativos o paliativos. También se incluirían dentro de este campo las acciones que se realicen para recuperar el estado de salud previo a una enfermedad o a una intervención.
Dentro de este campo tan amplio, existe un sector más específico, que se denomina turismo médico. Este concepto se refiere a “personas que viajan de un país a otro para recibir un tratamiento médico basándose en su percepción personal de valor”, es decir, de la calidad de atención y servicio que ofrece un determinado profesional, clínica específica o especialidad médica.
Un ejemplo de turismo médico en auge: los algodones dentist
Un claro ejemplo de este tipo de turismo es lo que está ocurriendo en Los Algodones, un pueblo al norte de México, en la frontera con Estados Unidos, ya que es el pueblo con más clínicas dentales por metro cuadro. Pero ¿A qué se debe este fenómeno tan particular?
El revulsivo que ha consolidado esta actividad en el pueblo fronterizo de Los Algodones es el turismo médico de un cada vez más numeroso grupo de visitantes provenientes de Estados Unidos y Canadá a hacerse aquí sus tratamientos dentales, ya que son hasta un 80 % más baratos que en sus países de origen. Puedes comprobarlo por ti mismo en la web de dentalsolutionsalgodones.com y acceder a más información relacionada con los precios y servicios que se ofrecen.
Muchos de los turistas hacen especial hincapié no solo en el ahorro que supone para sus bolsillos, consiguiendo tratamientos de última generación que en sus lugares de residencia no se pueden permitir, sino que el trato recibido es extraordinario, un valor que también les hace volver y recomendar este pueblo a sus familiares y amigos.
El turismo médico no debe confundirse con el turismo sanitario
El turismo de la salud y el turismo médico son términos que con frecuencia se utilizan indistintamente, aunque, como hemos visto, el turismo médico tiene un sentido mucho más específico.
Sin embargo, aún hay otra denominación que a menudo se le da este tipo de turismo que no es del todo correcta y que no es exactamente lo mismo, al menos no en el sentido peyorativo con el que empezó a emplearse la expresión de turismo sanitario.
En España, por ejemplo, se comenzó a hablar de turismo sanitario para hacer mención a aquellas personas que venían de otros países para sacar ventaja de nuestro sistema sanitario público y gratuito.
Este hecho ocurría bien porque no querían esperar las listas de espera de sus países de origen, porque los criterios para las mismas intervenciones o tratamientos eran más estrictos en sus lugares de residencia o porque directamente en España se incluían dentro de la seguridad social y en sus países no.
Es así como este término se asoció a un fenómeno negativo que nada tiene que ver con el turismo de la salud y el turismo médico de los que estamos hablando en este artículo. El turismo sanitario ocasionó un gasto extra importante en las arcas la sanidad pública española y fue noticia a nivel internacional durante un tiempo.
Estos perjuicios motivaron que se acometieran cambios en cuanto a los procedimientos a seguir para recibir atención sanitaria por parte de ciudadanos extranjeros en la Unión Europea.
El turismo de la salud hoy día, en cambio, es una tendencia a la que también se denomina turismo wellness o turismo del bienestar en el que el destino elegido para viajar no solo se decide por aquello que el país nos puede ofrecer a nivel de cultura, gastronomía o paisajes de ensueño. En este tipo de viajes se presta especial atención a la recuperación, conservación y mejora de la salud con diversos tratamientos, así como al bienestar a través de actividades físicas, psicológicas o espirituales entre otras muchas opciones.